DE LA CRISIS AL LIDERAZGO

 

España y Grecia fueron durante muchos años sinónimo de crisis, desempleo, emigración y decadencia. Sin embargo ahora se han convertido en las locomotoras de crecimiento de la Eurozona. Se espera que España crezca un 2.9% este año, mientras que la economía griega registrará un crecimiento de alrededor 2.3%. Al mismo tiempo, Alemania y Francia, las dos economías más grandes de la Unión Europea se pelean por el infame título de “hombre enfermo de Europa”. Se espera que la economía alemana se contraiga un 0.2% este año mientras que Francia cerrará 2024 con un gran déficit en sus cuentas públicas equivalente al 6% del PIB. La preocupación es tal que el lunes 2 de diciembre los costos de endeudamiento de Francia superaron a los de Grecia por primera vez en la historia.

España y Grecia fueron de los países más afectados por la Gran Recesión que golpeó la economía mundial en 2008. En España se desató una gran crisis económica que se vio acentuada por la explosión de una burbuja inmobiliaria, mientras que en Grecia la crisis se intensificó en 2010 cuando el país reveló un altísimo déficit, quedó excluido del mercado de bonos y se vio obligado a pedir préstamos de emergencia a la UE y al FMI. Los dos países lograron superar sus crisis gracias a generosos rescates internacionales y duros programas de austeridad. Sin embargo, cuando apenas estaban cicatrizando las heridas dejadas por la crisis, llegó la pandemia de 2020 y España volvió a caer en recesión. Su enorme dependencia del turismo hizo que su economía se contrajera un 11% en 2020. El fin de la pandemia desató un auge en el sector turístico, que dio un gran impulso a las economías de los países del sur de Europa. Tanto Grecia como España vieron aumentados, respecto al año anterior, el número de turistas internacionales  en un 10% y un 7.3% respectivamente. 

Aparte de las contribuciones del sector turístico, otro factor que ha impulsado el crecimiento económico ha sido el aumento de la productividad por hora, facilitado en parte por un fuerte aumento de la inmigración. Según el Instituto Nacional de Estadística, España recibió en 2020 un total neto de 727.005 inmigrantes. Miguel Cardoso afirma que es difícil que todo el mundo se beneficie de igual manera de la mejora económica y que esta vez los inmigrantes han sido de los que más han aportado y de los que más se han beneficiado. Según un análisis realizado por Fedea y BBVA Research, el 90% de los trabajos que se han incorporado al mercado laboral español en los últimos tres años son inmigrantes. 

CRECIMIENTO ANUAL DEL PIB 

 

Por último, para los economistas queda la duda sobre si el crecimiento de España y de Grecia será sostenible en el tiempo. Ruben Dewitte prevé que el aumento del PIB español perderá velocidad y señala que “ si vemos los factores que han contribuido al fuerte crecimiento de España, el turismo, el gasto público y la inmigración, son factores que simplemente no pueden seguir creciendo indefinidamente por un largo plazo”. Pero cree que hay dos factores que podrían ayudar; el consumo y la inversión privada. Por su parte, Vassilis Monastiriotis considera que los fundamentos de Grecia son buenos ya que la deuda está disminuyendo, por lo que la expectativas de crecimiento seguirá por encima de la media europea en los próximos años. Pero admite que la economía griega tiene un gran problema estructural y otro de productividad pues el país depende de la exportación de unos pocos productos, como el petróleo, así como del sector turístico, Cabe destacar otro desafío en ambos países: el desempleo. Aunque se ha reducido drásticamente desde la crisis, sigue siendo de alrededor un 11% en España y un 9% en Grecia. 

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